El 60% de los consultados en una encuesta realizada en 40 países, prefiere que los medios de noticias den información veraz y objetiva sin sesgos partidistas. Hace pocas semanas, Juan Gossaín le decía algo similar a Luis Carlos Vélez en una entrevista en Semana: “El activismo en favor de algo y en contra de lo demás. Eso no es periodismo”. Hay consenso entre la audiencia y Don Juan.
Uno de los informes que mejor analiza la manera en que consumimos las noticias y cómo los medios de comunicación evolucionan es el Digital News Report que elabora el Instituto Reuters y la Universidad de Oxford; es una radiografía del proceso de digitalización de las audiencias.
Las principales conclusiones de este año invitan a una reflexión y un mea culpa de los responsables de los medios de noticias en el mundo; en 2020 sólo 38% de los encuestados dice que cree en las noticias que ve, lee o recibe, cuatro puntos menos que en 2019. Algo se está haciendo mal en la TV, la radio, los diarios y en los medios digitales. Cuando analizamos cómo se informan las generaciones menores de 24 años, a la mayoría le alcanza con leer lo que recibe en Facebook o Instagram, es decir, un titular, no importa quién lo dice, ya es suficiente.
En Colombia, el Observatorio de Medios, elaborado en mayo por Acim mostró que 64,9% de los colombianos escucharon la radio la última semana, 84% vio la TV, y 50% se informó a través de redes sociales.
¿La caída de confianza de las audiencias en las noticias es atribuible a la sociedad o al trabajo que hacen los medios informativos?
Estamos observando una tendencia a la polarización social y política. Chile, Brasil, EE.UU., Hong Kong, países donde se acentúan los enfrentamientos políticos, dialécticos y en las calles, han sido los lugares donde más cayó la confianza en las noticias.
Las empresas periodísticas cargan con su responsabilidad; la pandemia de covid-19 evidenció que seis de cada 10 encuestados admiten que los medios ayudaron a entender la crisis, pero 32% consideró que “los medios exageran el impacto”. Ese afán de buscar la noticia para transformarla en show, la búsqueda de televidentes o clics en las páginas webs a cualquier precio, atentan contra la credibilidad.
Las plataformas tradicionales como la TV, radio y periódicos tienden al descenso de sus audiencias como consecuencia de la digitalización, mientras que nuevas narrativas como el podcast “ofrecen mejor contexto que los medios para entender la información”, dice el estudio de Reuters al consultar a los menores de 35 años. En Colombia, 10,3 millones de personas descubrieron el podcast durante la pandemia, según Acim.
Son tiempos para repensar. Por ejemplo, la radio informa y acompaña, pero necesita innovar con formatos digitales breves, profundizar con el podcast y personalizar la experiencia.
Las opciones para informarse son ilimitadas, en Colombia 50% de las noticias se consumen por redes. Perder la relevancia es el mayor pecado que pueden cometer las marcas informativas. Se necesitan buenos periodistas que reinstalen lo que reclama Juan Gossaín: “la ecuanimidad, la imparcialidad, la veracidad, los viejos principios del oficio”, y la audiencia lo agradecerá en radio, TV o medios digitales.