Del locutor de radio al voice over digital

Colombia tiene y ha tenido grandes voces para la radio y la TV, locutores que aún son recordados por su estilo, como Eduardo Aponte Rodríguez, Juan Harvey, o Gloria Valencia de Castaño, por citar grandes voces de la locución colombiana.

Los locutores de hoy también atraviesan el camino de la reinvención a la par de los cambios tecnológicos y de la digitalización, ya no solo trabajan prestando sus voces para la radio, las cuñas publicitarias, promociones de los canales de TV o eventos culturales y de espectáculos en los que son contratados como animadores.

Todo está en proceso de cambio. Hace 25 años, un locutor trabajaba en radio o TV, tenía una cabina donde pasaba sus horas; si era un “locutor comercial”, tenía un cassette o un CD que había grabado en un estudio profesional con su “demo” que dejaba en agencias de publicidad. Allí se guardaban archivos de voces, y luego era a suerte y verdad: que el teléfono sonara para una grabación porque a un cliente le había gustado el timbre de voz del locutor o locutora.

Hoy los profesionales de la voz ya no necesitan trasladarse a estudios de grabación, la tecnología les permite que con un micrófono de $400.000, un software gratuito y un rincón de la casa donde puede ubicar unos paneles para atenuar el eco, se grabe una publicidad que luego la audiencia escuchará decenas de veces por día en la radio.

Una reconocida locutora de Ecuador, Leticia Tinoco, narraba que llegó a grabar trabajos dentro de su propio automóvil, con la computadora portátil y el micrófono, y mencionaba que el gran cambio que se ha experimentado es que hoy el ‘voice over’ debe estar disponible 24 horas del día, porque la producción y los clientes son globales.

La transformación se profundiza, los locutores ahora necesitan habilidades que van más allá del estilo, tono o color de su voz; el renacimiento de la “radionovela”, denominada “ficción sonora” disponible en formato podcast, le exige a los profesionales tener dotes actorales para asumir el rol de un personaje en las historias.

Una de las actividades que se dispararon en 2020 es la de ponerle voz a los cursos, entrenamientos y capacitaciones on line que explotaron con la pandemia de coronavirus. El e-learning ha creado una ola de oportunidades que todavía está muy activa. Otra de las opciones que prometen un gran desarrollo para el voice over es la producción de audiolibros, una actividad que todavía no se adoptó en Colombia, pero que desde España da indicios de un creciente hábito en que los nuevos “lectores” prefieren “escuchar un libro” mientras realizan otras actividades.

La novedad más sorprendente es que la tecnología está compitiendo con los profesionales de la voz a partir del lanzamiento de servicios de voces sintetizadas, un ejemplo es la voz de Siri en iPhone que no pertenece a una persona real. La empresa Adobe lleva tiempo experimentando y ya ha logrado construir voces con inteligencia artificial para ciertos servicios. ¿Llegará la radio a tener “conductores” por software?

Los cambios en el mundo del audio se extienden más allá de la tradición de la radio. El escaso tiempo de la gente en las ciudades está revalorizando como nunca antes las ventajas de escuchar audio, una actividad que se puede hacer mientras estamos haciendo otras cosas.

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Autor: Gerd Altmann - Pixabay

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